domingo, 13 de marzo de 2011

Un nuevo modelo sobre el pez cebra aporta conocimientos sobre el cáncer de piel

Un nuevo modelo sobre el pez cebra aporta conocimientos sobre el cáncer de piel

Científicos del Reino Unido y Suiza han hallado una vía de señalización, denominada PI3K (fosfoinositida 3-quinasa), que podría servir como diana terapéutica contra tipos agresivos de cáncer cutáneo. Los resultados de su estudio, que se basó en el pez cebra (un pez transparente), se han publicado en la revista Disease Models and Mechanisms.


El melanoma cutáneo es un tipo agresivo de cáncer de piel que cada vez es más frecuente en el norte de Europa, Norteamérica y Australia. De hecho, su incidencia aumenta a más velocidad que la de cualquier otro tipo de cáncer. Normalmente este cáncer se «cura» extirpándolo quirúrgicamente, pero cuando se extiende a otros órganos, como sucede en alrededor del 20% de los casos, la esperanza de vida de los pacientes se reduce a unos seis meses. Según los autores del estudio referido, «es urgente que se averigüe la base molecular de esta enfermedad para poder desarrollar tratamientos mejores».
Las células reciben instrucciones de dividirse, migrar o morir por medio de un conjunto complejo de señales que se transmiten por numerosas vías. Cuando las moléculas que transmiten estas señales sufren una mutación y dejan de funcionar con normalidad, es frecuente que se produzca cáncer.

El equipo de científicos, pertenecientes a la Universidad de Manchester (Reino Unido) y el Hospital Universitario de Zúrich (Suiza), analizaron dos moléculas de señalización del pez cebra: la Raf, que está activa en casi todos los casos de cánceres, malignos o benignos, que guardan relación con los melanocitos (células productoras de pigmento); y la PI3K, que se activa principalmente en cánceres cutáneos malignos. Ambas moléculas guardan relación con la vía de señalización Ras. El propósito de la investigación era definir los papeles de las moléculas Raf y PI3K en dos vías de señalización Ras «desreguladas» que están relacionadas con el desarrollo de neoplasias (estadio anterior a la formación de un tumor).

Según los científicos, los melanocitos de los peces se asemejan a los de los humanos, y ciertos cambios que se producen en las células del melanoma del Xiphophorus (un género de peces tropicales de agua dulce) son sorprendentemente parecidos a los que se observan en el melanoma humano. Cabe destacar que experimentos anteriores centrados en el pez cebra (que es un tipo distinto de pez de agua dulce) han revelado que cierto tipo de señalización de la que es partícipe la Raf basta para iniciar la formación neoplásica de melanocitos.
A fin de conocer mejor las dos vías desreguladas, los investigadores elaboraron varios modelos del pez cebra con los que estudiar manifestaciones de melanoma en las que la vía de señalización Ras estaba alterada de distintas maneras. Se centraron en una Ras cancerígena (HRAS G12V) relativa a los melanocitos de los peces y observaron que ésta era suficiente para provocar malignidad. A continuación estudiaron qué vías Ras eran las responsables de iniciar el proceso de formación tumoral y cuáles motivaban su evolución hacia la malignidad. Concluyeron que la vía Raf-Mek-Erk es capaz de iniciar neoplasia en los melanocitos, mientras que la PI3K es necesaria para que se produzca una evolución maligna en los mismos melanocitos.

Los peces cebra empleados en los experimentos respondieron a los cambios de señalización de forma muy similar a como lo hacen los humanos. Curiosamente, la descendencia de los peces mutantes presentó un crecimiento anómalo de sus melanocitos, lo cual evoca el síndrome humano FAMM («melanoma múltiple atípico familiar»). Tras producir otras moléculas de señalización en los peces mutantes, los científicos también consiguieron identificar una vía que mitigaba los efectos de las mutaciones Ras en la progresión del cáncer.
El nuevo modelo de pez cebra ofrece un método muy oportuno para estudiar la génesis tumoral en organismos vivos. Junto al resto de ventajas indudables que ofrece este pez, al ser pequeño, casi transparente y fácil de reproducir y mantener, ahora se suma este modelo que puede constituir un instrumento útil para conocer mejor los mecanismos de formación del melanoma cutáneo y, posiblemente, para hallar nuevos tratamientos.

 
Rosangela M Zambrano G
CI: 19.360.644
EES

No hay comentarios:

Publicar un comentario